martes, 24 de marzo de 2020

Jorge Luis Borges: Los Justos


Otra vez, como ha ocurrido siempre, las personas anónimas, las que hacen la historia, pero nunca salen en los libros de historia, están salvando el mundo.
 (Selección del poema e introducción de  Carlos Nuño)
Los Justos
Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
Jorge Luis Borges

1 comentario:

  1. Magnífico poema.
    Está claro. Se entiende todo, todo.
    Y esta vez ¿aprenderemos la lección? o como siempre...
    Muchas gracias Carlos por tu propuesta.

    (el título del poema, 𝗟𝗼𝘀 𝗝𝘂𝘀𝘁𝗼𝘀, recuerda a la tradición judía de los tzadikim, los justos.
    Según el Talmud, "en todo tiempo siempre hay 36 justos sobre la faz de la tierra, cuando ellos desaparezcan el mundo acabará. No se conocen entre ellos y cuando uno de los justos muere es inmediatamente sustituido por otro. Se los representa como extremadamente modestos, humildes e ignorados por el resto de las personas".
    Estos 36 justos también son conocidos como los Lamed Wufniks, y el propio Borges habla de ellos en su libro sobre los seres imaginarios, afirmando que "constituyen, sin sospecharlo, los secretos pilares del universo").

    Dedicado a Álvaro, que luchó por ser Justo.
    IN MEMORIAM

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