José Ángel Valente dejó escrito uno de los cantos más bellos y humildes que
conozco al bendito deber de resistir, de mantener la esperanza hasta en los
momentos mas sombríos.
La clave contra la desolación es
siempre la misma: No estoy solo.
(Selección
del poema e introducción de Carlos Nuño)
Serán ceniza
Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.
Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.
Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.
Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.
José Ángel Valente (1929
- 2000)
De A modo
de esperanza, 1954
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ResponderEliminarBonito poema
ResponderEliminarGB Resistir, ahora toca.
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